Erupciones solares de plasma "oscuro" podrían generar apagones en la Tierra

Astrónomos del Observatorio de Dinámica Solar de la NASA registraron una erupción de plasma solar "oscuro".

Plasma solar "oscuro"

Según el portal científico Space, este fenómeno se debe a una llamarada solar que es comparativamente más fría que la temperatura habitual de la estrella. Estos filamentos magnéticos, cuando se observan en ciertas longitudes de onda de luz, aparecen como líneas oscuras en contraste con la superficie más brillante del Sol.

Ambos bucles se originaron en la mancha solar AR3757 y anticiparon una eyección de masa coronal que podría desencadenar una tormenta geomagnética de clase G2 en la Tierra en los próximos días. En la escala de la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (NOAA), G5 es la clasificación más alta para estas tormentas.

Pronóstico de tormenta solar

El Centro de Predicción del Clima Espacial de la NOAA pronostica que esta nube de plasma impactará la Tierra hoy, miércoles, causando posibles "fluctuaciones en la red eléctrica". Además, podría generar auroras boreales visibles en el norte y centro de los Estados Unidos, desde Nueva York hasta Idaho, y afectar las operaciones satelitales de manera menor.

La reciente llamarada solar fue clasificada como de clase M, una intensidad media que generalmente causa apagones de radio menores. Hay un 60 % de probabilidad de que ocurran más erupciones solares de clase M en las próximas horas y un 15 % de probabilidad de una erupción de clase X, la más fuerte en su clasificación. Estos fenómenos raros pueden llevar a la pérdida completa de la señal de radio y apagones globales.

Apagones en el mundo

Una de estas llamaradas, clasificada como M1, provocó apagones de radio en el hemisferio occidental y en varias regiones de Asia, según reportó el diario Daily Mail. La NOAA ha informado que estas interrupciones pueden afectar las comunicaciones de alta frecuencia y las señales de GPS, lo que puede generar problemas temporales en las operaciones aéreas y marítimas.

Con el Sol acercándose a su máximo solar, se espera un incremento en la frecuencia e intensidad de estas erupciones. Los científicos monitorean cualquier actividad anómala que pueda impactar la Tierra y utilizan modelos avanzados para prever los posibles efectos. El monitoreo continuo del Sol y sus fenómenos es esencial para proteger las comunicaciones y las redes eléctricas en nuestro planeta.