7-Venado: descubren la pieza más antigua del calendario maya
Aunque los arqueólogos de la Universidad de San Carlos, en Guatemala, comenzaron a estudiar la pirámide El Petén en 2004, el mayor y más trascendental hallazgo se dio hace unos días, cuando fue descubierta la pieza del calendario maya más antigua de la que se tenga registro hasta el momento.
Uno de los vestigios arqueológicos más extraordinarios
El hallazgo se dio en la ciudad guatemalteca de San Bartolo, en donde los arqueólogos descubrieron una serie de murales perfectamente preservados en el interior de la pirámide, incluso con sus colores e imágenes bien definidos, lo que les permitió saber que el trabajo fue realizado por “múltiples escribas”.
7 Deer: Project members publish a mural fragment that bears earliest datable evidence of the 260-day Maya calendar in Science Advances today! @nehgov @insidenatgeo @mcdguate https://t.co/Hh9KdlmEVp pic.twitter.com/nh4SfBbYQI
— Proyecto Regional Arqueológico San Bartolo-Xultun (@SbxProject) April 13, 2022
Las Pinturas, tal y como bautizaron a los murales hallados, representan uno de los vestigios arqueológicos más extraordinarios de toda la región, especialmente por el glifo descubierto entre los fragmentos del mural, datado entre dos y tres siglos a. C., y una serie de textos que evidencian una tradición escrita establecida.
7-Venado
Entre otros fragmentos de texto en escritura jeroglífica, el glifo 7-Venado es una de las piezas del calendario adivinatorio maya, de 260 días, empleado en la Mesopotamia antigua, así como por comunidades aborígenes actuales que habitan en el sur de México y Guatemala.
En el sistema del calendario maya, el día 7-Venado es sucedido por el 8 Conejo, luego el 9 Agua y así hasta completar una secuencia que se repite 13 veces cada año: los números van del 1 al 13 y se expresan mediante combinaciones de líneas y puntos y un día (de un total de 20) representado con diferentes glifos en orden establecido.
Nueva perspectiva para comprender la cultura maya
Entre los hallazgos en San Bartolo, también se destaca el descubrimiento de 249 piezas de yeso de cal, lo que en suma, según comunicaron desde la Universidad de San Carlos, aporta información inédita para conocer más en profundidad la cultura maya.
“La evidencia ahora sugiere que ya no podemos señalar una región de Mesoamérica como Oaxaca, en México, como el punto de origen de las escrituras o del mantenimiento de registros calendáricos. La situación apuntaría a un origen aún más temprano, en algún momento durante el Preclásico Medio, si no antes, aunque la evidencia sigue siendo indirecta”, detallaron desde la casa de estudios.
Una antigua tradición de escritura sagrada
Según los arqueólogos protagonistas del hallazgo, el glifo descubierto, así como otros diez fragmentos encontrados, dan cuenta de una ancestral tradición de escritura sagrada, cultivada a través de las manos de múltiples escribas.
“El registro de 7-Venado representa el ejemplo más antiguo del calendario maya con fecha segura. Y es importante para comprender el desarrollo de la cuenta de 260 días y los aspectos asociados de la religión mesoamericana y la ciencia cosmológica”, aseguraron los expertos.