Una de las más espectaculares alineaciones planetarias está a punto de ocurrir
Cuándo y dónde disfrutar de este evento en el firmamento nocturno de la Tierra.
Un espectáculo celestial
El universo nos tiene preparado un regalo extraordinario para 2025: una alineación planetaria que no volveremos a ver en casi medio milenio. El 28 de febrero, los siete planetas visibles del Sistema Solar se reunirán en una formación única, ofreciendo un espectáculo visual que permanecerá en la memoria colectiva hasta el año 2492.
Este fenómeno será precedido por otro evento notable el 21 de enero, cuando seis planetas -exceptuando a Mercurio- se agruparán en el cielo nocturno. Aunque las alineaciones de cinco o seis planetas ocurren con cierta regularidad, la confluencia de los siete planetas visibles representa un momento verdaderamente excepcional en la historia de la observación astronómica.
Cómo y cuándo observarlo
Para los habitantes de Sudamérica, la observación requerirá una planificación especial. En países como Argentina, Chile, Uruguay y el sur de Brasil, los planetas se verán más cerca del horizonte, lo que hace crucial elegir un punto de observación elevado y alejado de obstáculos visuales. Las mejores condiciones se darán durante las primeras horas después del atardecer.
Se recomienda iniciar la observación aproximadamente una hora después de la puesta del sol, cuando el cielo esté lo suficientemente oscuro pero los planetas aún visibles. Para optimizar la experiencia, es esencial alejarse de la contaminación lumínica de las ciudades y equiparse con binoculares o un telescopio pequeño, especialmente para detectar a Urano y Neptuno.
La ciencia detrás del espectáculo
Esta alineación no es una coincidencia aleatoria, sino el resultado de la arquitectura fundamental de nuestro Sistema Solar. Los planetas orbitan alrededor del Sol en un plano común llamado eclíptica, herencia de la formación inicial del sistema planetario. Aunque no se trata de una alineación física perfecta, desde nuestra perspectiva terrestre los planetas parecerán distribuirse a lo largo de una línea imaginaria en el cielo.
Este fenómeno nos recuerda que vivimos en un sistema dinámico y ordenado, donde los movimientos planetarios siguen patrones predecibles establecidos hace miles de millones de años. La rareza de una alineación de siete planetas subraya la importancia de aprovechar esta oportunidad única para conectar con las maravillas de nuestro vecindario cósmico.