La NASA publicó tres datos inéditos sobre la Luna, ocultos durante años

Para el Día Internacional de la Luna, la NASA compartió tres curiosidades sobre el clima lunar, absolutamente diferente al de la Tierra y con oscilaciones de temperatura de cientos de grados debido a la falta de atmósfera.

Amplitud térmica 

Las temperaturas en la Luna experimentan variaciones extremas debido a la escasa exosfera que dificulta la propagación de la energía solar. Esto crea grandes diferencias entre las zonas iluminadas y sombreadas. En las regiones ecuatorianas, las temperaturas pueden alcanzar los 121°C durante el día y caer hasta -133°C durante la noche.

El orbitador lunar "Reconnaissance" de la NASA ha registrado temperaturas inferiores a -246°C en zonas con sombra permanente en los cráteres lunares. En estas áreas, el hielo depositado puede tener miles de millones de años, según los expertos.

Ausencia de atmósfera

El clima lunar se debe a la delgada exosfera que tiene, lo que hace que reciba directamente los rayos cósmicos, el viento solar, la eyección de masa de la corona del Sol y las corrientes de meteoroides procedentes del espacio, lo que lo hace muy diferente al clima de la Tierra.

Los rayos cósmicos galácticos pueden provenir de otras galaxias y causar la ruptura de átomos en la superficie lunar, liberando radiación. Además, el viento solar puede generar quemaduras en la Luna debido a su exposición directa a la radiación del Sol. Se ha observado que algunas reacciones químicas en la superficie lunar podrían contribuir a la formación de agua, especialmente en las zonas permanentemente sombreadas donde se ha detectado hielo.

Una capa de gas llamada exósfera

La Luna tiene una capa de gas muy delgada llamada exósfera. Esta capa es extremadamente tenue y no tiene una definición clara de límites como la atmósfera de la Tierra. La exósfera de la Luna está compuesta principalmente de partículas muy ligeras, como átomos de hidrógeno y helio, que se liberan desde la superficie lunar debido a la intensa radiación solar y la interacción con partículas cargadas del viento solar.

Debido a la baja gravedad de la Luna, las partículas de la exósfera pueden escapar fácilmente al espacio, lo que contribuye a su escasez y a la inexistencia de un clima significativo como en la Tierra.