El día más breve de la historia: la Tierra está girando anormalmente rápido y batió un récord
El 29 de junio de 2022, la Tierra giró tan rápidamente que logró el día más breve de la historia registrada: según la plataforma especializada Time and Date, el planeta completó su rotación 1.59 milisegundos antes de alcanzar los 86.400 segundos, es decir, las 24 horas habituales.
Los expertos advirtieron que no se trata de un evento aislado: la Tierra ya lleva varios años girando de manera inusualmente rápida, cada vez más, un fenómeno que podría explicarse mediante el "bamboleo de Chandler".
La Tierra acelerada
Aunque la Tierra gira cada 24 horas, en términos generales este patrón de giro fluctúa, por ejemplo, de un día al otro, cuando la rotación se acelera o ralentiza en términos de fracciones de milisegundo.
Durante los últimos años, la tendencia en la fluctuación de ese patrón se ha modificado hasta verificar días cada vez más cortos: en 2020, la Tierra alcanzó los 28 días más breves desde 1960, cuando comenzaron a realizarse mediciones diarias y precisas.
Causa desconocida
Aunque no se sabe a ciencia cierta por qué la Tierra gira a diferentes velocidades, existen varias teorías al respecto: una de ellas, es que el aceleramiento de los últimos años puede estar vinculado con el bamboleo de Chandler, una leve desviación en el eje de rotación terrestre.
Según señalan los científicos, se trata de un fenómeno similar al temblor que se verifica cuando un trompo comienza a ganar impulso, o por el contrario se ralentiza.
El bamboleo de Chandler
Este bamboleo fue detectado por primera vez a fines de la década de 1980, cuando el astrónomo Seth Carlo Chandler verificó que los polos se tambalean durante un período de 14 meses.
"La amplitud normal del bamboleo de Chandler es de unos tres o cuatro metros en la superficie de la Tierra, pero de 2017 a 2020 desapareció", explicó el doctor Leonid Zotov a timeanddate.com.
Si la aceleración continúa...
Si el incremento de velocidad en el giro de la Tierra continúa, los científicos analizan que podría introducirse el primer segundo adicional negativo de la historia humana.
Si bien esta medida no modifica la percepción del tiempo de un ser humano, resulta de vital importancia para que los relojes atómicos puedan seguir siendo precisos en la coordinación, por ejemplo, de los GPS o los satélites de observación.