Por qué no existen dos huellas digitales idénticas: acaban de descubrirlo

Un equipo científico descubrió cómo se forman las huellas dactilares y cómo logran adquirir patrones únicos, que no se repiten en la naturaleza, lo que sucede gracias a una combinación de señalización molecular y la anatomía de los dedos en desarrollo.

Formación de una huella dactilar

La piel de las palmas de las manos y las plantas de los pies está recubierta de delgadas crestas paralelas, conocidas como dermatoglifos, que dan forma a las huellas digitales, una característica que no es exclusiva de lo humanos, sino que se da en muchas especies trepadoras, ya que estos relieves permiten un mejor agarre y ayudan a comprender las texturas de lo que se toca.

Ahora, un nuevo estudio multidisciplinario publicado por la revista científica Cell, logró determinar que las crestas de las huellas dactilares, así como sus arcos, bucles y verticilos, se encuentran formados por una combinación de señalización molecular y la anatomía de los dedos durante su desarrollo.

Así, el estudio científico sugiere que las múltiples variables involucradas en el proceso de formación de los dedos, son responsables de los patrones únicos que se encuentran en cada individuo, un hallazgo que, más allá de dar respuesta a una pregunta de larga data, podría ayudar a comprender algunos trastornos de salud, especialmente las afecciones congénitas que inciden sobre el desarrollo de estructuras como la piel, el cabello o las glándulas sudoríparas.

Variantes infinitas

Denis Headon, especialista del Instituto Roslin y uno de los autores principales del estudio, explicó que el hallazgo demuestra que “los patrones de huellas dactilares individuales y distintivos están formados por un proceso molecular impulsado por la actividad de los genes y moldeados por variaciones en la anatomía individual de nuestros dedos. Solo a través de la colaboración con matemáticos e ingenieros fue posible este trabajo, que destaca el poder de la ciencia multidisciplinaria”.