La NASA define el próximo destino a colonizar: los satélites de Júpiter
Desde el momento en que la humanidad comenzó a dominar la energía nuclear, especialmente con fines bélicos, inauguró una era a la que se conoce como "ventana de peligro", vigente desde finales de la Segunda Guerra Mundial, pasando por la Guerra Fría, y sin un final a la vista, mientras tanto no existan colonias humanas fuera de la Tierra.
El Gran Filtro
La paradoja de Fermi, es decir, aquella que señala que el universo es tan grande como para que las posibles múltiples civilizaciones que pudieran existir jamás lleguen a conocerse entre sí, tiene una posible respuesta: el 'Gran Filtro'.
En 1996, el economista Robin Hanson estableció que el desarrollo tecnológico necesario para que una civilización logre ser interplanetaria, sería el mismo causante de su propia autodestrucción, es decir, que no existen civilizaciones interplanetarias porque ya se extinguieron.
¿Es posible superar el Gran Filtro?
Un equipo del Jet Propulsion Laboratory de la NASA, liderado por Jonathan Jiang, se preguntó si es posible superar el 'Gran Filtro' y, para hallar una respuesta, elaboró un modelo informático que contempla el ritmo esperable del desarrollo tecnológico humano.
El modelo parte de la premisa de que la humanidad llegará a Marte en el año 2028 y emplea factores tecnológicos, como los presupuestos históricos para la exploración espacial o los avances anuales de la ciencia, para establecer de qué modo sería posible superar el 'Gran Filtro'.
¿Por qué los satélites de Júpiter?
Si bien el objetivo principal y más inmediato es la colonización de Marte, el planeta rojo no tiene grandes similitudes con la Tierra, y el siguiente planeta en aproximación es Venus, o como se lo conoce en el ámbito astrofísico una "ratonera tóxica incompatible con la vida compleja".
Así, lo que queda es el cinturón de asteroides y los satélites de Júpiter, región en la que se localiza Ceres, un planeta enano que ya es investigado por los científicos para desarrollar estructuras que permitan habitarlo.
Sin embargo, las diferencias gravitacionales son tan grandes que destinos como Europa, Ío o Calisto, incluso cuando se encuentra lejos de la zona de habitabilidad, emergen como una buena alternativa, dadas sus similitudes con el planeta Tierra.
Planes en torno al futuro
Según los planes, el siglo que viene se presenta como el más importante para la exploración espacial, cuando tendrían lugar las primeras misiones humanas al Cinturón de Asteroides y al Sistema Joviano, lo que en principio se vislumbra entre los años 2071 y 2087 y entre 2101 y 2121, respectivamente.
Así mismo, el lanzamiento al Sistema de Saturno podría darse en el año 2132, con una ventana de incertidumbre de entre 2129 a 2153.