Descubren una miniluna que acompañará a la Tierra durante las próximas décadas

Según los resultados de un estudio publicado por la revista científica Astronomy & Astrophysics, un asteroide de entre 5 y 15 metros, descubierto en primera instancia por astrónomos aficionados y más tarde corroborado por astrónomos profesionales, comenzó a orbitar el planeta Tierra.

Trayectoria de herradura

Según el estudio, el asteroide 2022 NX1 mantiene un movimiento coorbital con el planeta Tierra, lo que significa que juntos completan una órbita en torno al Sol cada 365 días, viajando a la misma velocidad.

Según Raúl de la Fuente Marcos, autor del estudio y experto de la Universidad Complutense de Madrid, en España, “en general, no gira alrededor de nuestro planeta como la Luna, sino que se mueve en una trayectoria de herradura”.

Un nuevo integrante

Los científicos explicaron que existen docenas de objetos cercanos a la Tierra, conocidos como NEO, por sus siglas en inglés, que se desplazan a través de circuitos que dibujan extrañas herraduras, pero en este caso el asteroide resultó capturado temporalmente por la gravedad terrestre y se convirtió en una miniluna.

Hasta el momento, solo se conocían tres minilunas de este tipo: 2006 RH120 y 2020 CD3, que ya completaron varias órbitas alrededor de la Tierra; y 1991 VG, que lo ha hecho de forma parcial, sin completar un giro.

Posibilidad de impacto

“Durante unas semanas la energía gravitatoria respecto a la Tierra toma un valor negativo al acercarse a ella, con una velocidad muy baja en términos astronómicos (del orden de 1 km/s o 3600 km/h) y se convierte temporalmente en su satélite”, señaló De la Fuente Marcos, “pero no da una vuelta completa como la Luna, sino solo un arco de la órbita”.

“A principios de 2052, su trayectoria posterior podría resultar alterada de tal modo que tendría una cierta probabilidad de colisionar con la Tierra a partir de diciembre de 2075”, detalló el científico, aunque aseguró que “su tamaño es inferior al del asteroide que dio lugar al superbólido de Cheliábinsk sobre esa ciudad rusa en 2013, así que las consecuencias de un posible impacto serían mínimas”.