Descubren un agujero negro que “mató” a su propia galaxia
Un equipo de astrofísicos liderado por Adam Carnall, del Real Observatorio de Edimburgo, ha realizado un hallazgo único gracias al Telescopio espacial James Webb: detectó por primera vez cómo un agujero negro supermasivo “mató” a su galaxia anfitriona, apagándola repentinamente al impedirle seguir fabricando nuevas estrellas.
Apagón repentino
Durante unos 200 millones de años, entre 600 millones y 800 millones de años después del Big Bang, la galaxia GS-9209, creó a la mayoría de sus estrellas, en lo que los científicos llaman “un estallido de actividad”. Sin embargo, los expertos observaron que, tras ese fructífero periodo, la actividad cesó de repente, en lo que estiman fue provocado por influencia de su agujero negro.
Demasiado rápido
Adam Carnall explica que esto “Resulta particularmente sorprendente lo rápido que, después del Big Bang, esta galaxia cesó en su formación estelar. La mayoría de las galaxias masivas han dejado de fabricar nuevas estrellas en lo que creemos que es un proceso lento que dura miles de millones de años. Pero cuando regresas al principio, no hay tiempo suficiente para que ocurra ese proceso lento de extinción, y siempre se pensó que no encontraríamos este tipo de cosas”.