Así se formó la Luna: la Nasa mostró cómo fue el choque de un planeta contra la Tierra (VIDEO)

Una simulación computarizada de la NASA probó la hipótesis que sostiene que la Luna se formó hace miles de millones de años, tras el impacto de un objeto del tamaño de Marte, conocido como Theia, contra el planeta Tierra, estableciendo un gran evento astronómico que podría haber generado un antes y un después en el Sistema Solar.

La teoría de Tehia

Según la hipótesis de Jacob Kegerreis, investigador posdoctoral en el Centro de Investigación Ames de la NASA que publicó un artículo en la revista científica The Astrophysicial Journal Letters, la Luna pudo haberse formado en cuestión de horas, fruto de los escombros desprendidos por la colisión de Tehia contra la Tierra.

"Esto abre una gama completamente nueva de posibles puntos de partida para la evolución de la Luna. Entramos en este proyecto sin saber cuáles serían los resultados de estas simulaciones de alta resolución, por lo tanto, fue emocionante que los resultados pudiesen incluir un tentador satélite similar a la Luna en órbita”, señala Kegerreis.

Teorías y demostraciones

Para poder poner a prueba su teoría, Kegerreis empleó una supercomputadora que simuló el comportamiento de la Tierra y la gigantesca roca espacial mientras la Luna se formaba como producto de la mezcla de escombros y material eyectado desde la corteza terrestre, conformándose así las distintas capas lunares.

Si bien los científicos saben que gran parte del material que compone la Luna proviene de la Tierra, no saben aún con certeza cómo llegó hasta allí, por lo que la demostración computarizada resulta un elemento de vital importancia para contrastar otras hipótesis e intentar llegar a una conclusión definitiva.

Una cuestión muy terrestre

Finalmente, más allá de los conocimientos que pudieran derivar de la simulación computarizada sobre la formación de la Luna, este tipo de estudios también permitirán comprender mejor cómo el planeta Tierra llegó a transformarse en un mundo con capacidad de albergar vida.

"Cuanto más aprendemos sobre cómo se formó la Luna, más descubrimos sobre la evolución de la propia Tierra. Sus historias están entrelazadas, y podrían repetirse en las historias de otros planetas transformados por colisiones similares, o quizá muy diferentes", concluyó Vincent Eke, investigador de la Universidad de Durham y coautor del estudio.