Los criminales nazis que encontraron refugio en Siria y Egipto tras la Segunda Guerra Mundial
Popularmente se cree que, tras la caída del Tercer Reich, los criminales nazis huyeron a países como Argentina, Paraguay o Brasil. Pero pocos saben que una gran cantidad de nazis encontraron refugio en países de Medio Oriente como Egipto y Siria, en donde sus líderes autoritarios los acogieron y los protegieron durante décadas a cambio de su “habilidades” en áreas como la tortura, el espionaje o la milicia.
Criminales de guerra
Siria abrió sus puertas a Alois Brunner, colaborador de Adolf Eichmann y responsable del envío de miles de judíos a los campos de exterminio. Allí compartió con el régimen sus técnicas de tortura. Johann von Leers, un propagandista clave del régimen nazi y colaborador cercano de Joseph Goebbels, fue recibido en Egipto, en donde siguió difundiendo sus ideas antisemitas.
Alianza siniestra
Aribert Heim, conocido como el “Doctor Muerte” por sus experimentos médicos, también vivió en el Cairo, en donde adoptó el nombre de Tarek Hussein Farid tras convertirse al islam. Como estos, muchos otros científicos y oficiales nazis fueron bien recibidos en Oriente Medio por intereses políticos y militares, que los llevaron a aliarse con algunas de las figuras más siniestras del siglo XX.