Roland Garros no fue un tenista, sino un piloto que cambió la historia en la Primera Guerra Mundial
Cuando el mundo escucha las palabras Roland Garros, inmediatamente piensa en el Abierto de Francia, uno de los torneos de tenis más importantes del mundo. Pero contrario a lo que muchos podrían pensar, el Grand Slam ganado 14 veces por Rafa Nadal, no debe su nombre a un viejo tenista, sino a un piloto que tuvo un papel preponderante en la Primera Guerra Mundial.
Cambió la historia
Roland Garros empezó a volar a los 19 años, y comenzó a competir en distintas carreras de aviación con gran éxito. Estableció marcas mundiales de altitud y se volvió tan famoso que la gente de Europa viajaba solo para verlo volar. En 1913 se convirtió en el primer hombre en volar sobre el mediterráneo, durante casi 8 horas. 10 meses después se enroló en la Fuerza aérea francesa para combatir en la Primera Guerra Mundial. Roland Garros cambió la historia de las guerras para siempre, porque fue él quien adaptó una metralleta al aeroplano.
Su gran invento
Antes de que Roland Garros, junto al ingeniero Raymond Saulnier, perfeccionaran un sistema de sincronización que permitía ametrallar al enemigo a través de las hélices, los aviones se dedicaban al reconocimiento y apenas atacaban tirando piedras o ladrillos. Roland Garros sembró el pánico en el enemigo, derribando varios de sus aviones. Los alemanes copiaron su sistema y meses después, el 5 de octubre de 1918, el propio Roland Garros fue derribado, víctima de su gran invento ya adaptado a los aviones alemanes.