Espeluznante: reconstruyeron el rostro de una mujer enterrada con una hoz en el cuello para evitar que resucitara

Además de una hoz en el cuello, fue sepultada con un candado en el dedo grande del pie.

Inusual hallazgo en Polonia

En la aldea de Pien, Polonia, arqueólogos hallaron el esqueleto de una joven de 18 años, apodada “Zosia”, con una hoz sobre su cuello y un candado en un dedo del pie. Estas medidas apuntan al miedo de que pudiera "resucitar" y regresar para atormentar a su comunidad.

Dirigido por Dariusz Polinski, el equipo de investigación encontró a Zosia en el “Campo de los Vampiros”, una zona donde se han descubierto cerca de cien esqueletos. Este hallazgo revela detalles sobre antiguas prácticas funerarias y creencias populares en Europa del Este durante el siglo XVII.

Señales físicas

Los investigadores notaron que Zosia tenía una anomalía en el esternón, interpretada en esa época como mal augurio. Su estatus social también era elevado, indicado por un gorro de seda hallado en su tumba, lo que agrega misterio a su enterramiento en esta forma peculiar.

El arqueólogo Oscar Nilsson reconstruyó digitalmente el rostro de Zosia, mostrando ojos azules y cabello corto. Su apariencia y posible origen extranjero pudieron incrementar el temor hacia ella, especialmente en un contexto de conflictos como las guerras sueco-polacas.

El temor a los “no muertos” en Europa del Este

El hallazgo de Zosia se suma al de otros 30 cuerpos en el “Campo de los Vampiros” que también presentan signos de entierros cautelosos, como piedras pesadas en el cuerpo o monedas en la boca. Estas prácticas buscaban evitar que los muertos regresaran a perjudicar a los vivos.

La histeria hacia el “vampirismo” era común en Europa del Este. Decapitaciones, entierros boca abajo y piedras sobre los cuerpos eran métodos típicos para asegurar que los fallecidos no volvieran. Estos rituales reflejan el miedo generalizado hacia los “no muertos” en la época medieval.