Menguele: La escabrosa ruta del Ángel de la Muerte en Sudamérica
Los días del sádico Doctor Mengele, también conocido como el Ángel de la Muerte de Auschwitz, terminaron en Brasil, en 1979, cuando murió ahogado en la playa la Ensenada. Recién en 1992, mediante un examen de ADN realizado a su hijo, se comprobó que el cuerpo de aquel supuesto ignoto anciano austriaco correspondía a la identidad de Mengele, el mismo que experimentaba con prisioneros de los campos de concentración del nazismo, y seleccionaba a las víctimas destinadas a morir en las cámaras de gas. Claro que su exilio sudamericano comenzó antes; poco se sabe a ciencia cierta de dicha historia posterior a la huida de los jerarcas nazis de Europa, aunque a partir de algunos escasos datos se pueda deducir un recorrido. En la década de 1960 el Mossad llevó a cabo un operativo para capturar al criminal nazi Adolf Eichmann en Argentina, y así fue como dio casualmente con el paradero de Mengele, quien por entonces vivía en Buenos Aires. No obstante, el servicio de inteligencia israelí consideró inoportuno realizar los planes de captura de ambos al mismo tiempo, ya que por intentar tener a Mengele se podía perder a Eichmann. Así fue como el Ángel de la Muerte salvó su pellejo y volvió a exiliarse, supuestamente en Paraguay. Luego de algunos años en el país guaraní, recaló finalmente en Brasil, según algunos historiadores, cerca del pequeño municipio de Candido Godoi, donde quedaría hasta el día de hoy una indeleble y tenebrosa huella de su estadía: este poblado de 7 mil habitantes tiene la mayor cantidad de gemelos del mundo, y no pocos investigadores vinculan este fenómeno a hipotéticos experimentos genéticos realizados por el doctor nazi.
Mengele, en cuyo siniestro currículum se cuenta la experimentación genética con gemelos en pos de la creación de una nueva raza aria, se hacía llamar Rudolph Weiss y visitaba el pueblo con asiduidad; se ganó la confianza de los lugareños trabajando como veterinario, dando charlas sobre técnicas de reproducción animal y atendiendo a las mujeres embarazadas de la zona.
Según el trabajo del historiador Jorge Camarasa, Mengele habría elegido este pueblo como laboratorio natural dada la abundancia de descendientes de alemanes, y habría administrado drogas experimentales a las embrazadas del pueblo. El fotógrafo Gabriele Galimberti, realizó un trabajo retratando a los gemelos de Candido Godoi, para reforzar la hipótesis de Camarasa. Probablemente nunca se sepa la verdad ya que no hay investigaciones judiciales que estén indagando en esta compleja problemática, pero lo cierto es que la ruta clandestina del Ángel de la Muerte por Sudamérica ha sembrado un camino de misterio y terror cuya sombra perdurará por mucho tiempo.
FUENTE E IMÁGENES
Gabriele Galimberti; Wikimedia