El hombre más perverso del mundo, o el último gran mago
Tan amado como odiado, tan temible como seductor, y la vida y la obra de Aleister Crowley siguen siendo inspiradora para artistas, magos, pensadores y científicos de todo el mundo, sin que por ello hayan terminado los debates sobre si era un charlatán pervertido o el gran brujo de occidente.
Sus dos primeras esposas se volvieron alcohólicas; él, por su parte, consumía heroína, opio, peyote y cocaína, entre otras sustancias. Muchos de sus discípulos murieron por extrañas enfermedades que atribuían a maldiciones de La Bestia; otros se suicidaron. En su momento, el Ministro de Justicia de Gran Bretaña declaró: “Aleister Crowley es el personaje más inmundo y más perverso del Reino Unido”.
Ya de niño demostraba su capacidad para el escándalo: su madre lo llamaba “La Bestia”, y lo acusó de haber quemado y despellejado vivo a un gato a la tierna edad de ocho años. En la adolescencia daba muestras de una inteligencia fuera de lo normal, y comenzó sus estudios, por los que sentía tanta devoción como por sus vicios. Pronto publica su primera obra, un relato erótico, firmado bajo el nombre de un supuesto conde ruso. Traba amistad con artistas prestigiosos de la época y comienza a dedicarse al alpinismo.
Un par de libros lo introducen en el camino de la magia: “La Cábala desvelada”, de MacGregor Mathers, y la compilación del ceremonial mágico de A.E. White. En 1896 tiene su primera iluminación, de la que dice “Descubrí que poseía una capacidad mágica que formaba parte de mí. Fue una experiencia dolorosa y terrible a la vez, que me dio la llave del placer y el éxtasis espiritual”. Ingresa a la sociedad de magia Golden Dawn, donde recibe el nombre de Perdurabo, y comienza a realizar viajes y entrevistas astrales, y materializaciones de fuerzas celestiales y demoníacas.
Se instala en la localidad de Boleskine, en Escocia (donde se auto declara Señor de Boleskine), y luego viaja a la India. Allí descubre la erótica sagrada, y el sexo como camino del conocimiento. Su paso siguiente es México, donde conoce secretos mágicos de los aborígenes y donde -según cuenta- logra un método para lograr la invisibilidad. En 1904, en la sala de la Gran Pirámide de Egipto, Crowley oye el dictado del “El libro de la Ley” y lo escribe. El lema del libro es “Haz lo que quieras”; desde entonces, el mago se dedica a vivir siguiendo ese mandato, y funda una comunidad en Sicilia, donde vive rodeado de amantes, drogas y magia. El propio Mussolini ordena desalojar la comuna.
Después de años de sufrir persecuciones personales y el silenciamiento de su obra, Crowley muere el 2 de diciembre de 1947, a los 72 años. Con el correr de los años, su personaje se convirtió en referente de la cultura rock, siendo citado con entusiasmo por celebridades como los Beatles, los Rolling Stones, David Bowie, Led Zeppelín y Ozzy Osbourne, entre otros.