Una cueva con enigmáticas tallas medievales sigue envuelta por el misterio desde hace 250 años
El misterioso origen de la cueva de Royston, en el Reino Unido, así como las insólitas inscripciones y tallas sobre sus muros, sigue siendo un verdadero misterio para los arqueólogos desde hace más de 250 años. Hasta el día de hoy, no es posible saber quién la ocupó, ni con qué propósito.
La cueva, que presenta tallas medievales únicas inscriptas sobre sus muros, fue descubierta accidentalmente en el año 1972, en la localidad de Royston, y no existe hasta el momento una versión científica sobre quiénes pudieron ser sus autores.
En su mayoría de carácter religioso, las tallas representan a diversos santos, entre los que se destaca Santa Catalina, y también a la Sagrada Familia y la Crucifixión. Si bien el análisis científico se ha visto severamente dificultado por la ausencia de cualquier cuidado, se especula con que las tallas podrían tener hasta 800 años de antigüedad.
Entre las principales hipótesis, se baraja la posibilidad de que la cueva haya sido empleada por los Caballeros Templarios. Una de las inscripciones representa a dos caballeros montados a caballo, lo que podría estar vinculado con el símbolo de los Templarios.
Otra versión, de amplia difusión popular, indica que la cueva habría servido de bodega fría para los monjes de la Orden de San Agustín. Entre las teorías menos probables, aunque posibles, existe una que apunta a que la cueva ya existía en el neolítico y habría sido una mina de sílex, hace 5 mil años.
Fuente: Ancient Origins