Un arcoíris de otro planeta
No se trata exactamente de un arcoíris, sino del fenómeno conocido como “gloria”, que ha sido captado (por primera vez en una atmósfera extraterrestre) en Venus, por la sonda Venus Express de la Agencia Espacial Europea. A diferencia de los arcoíris, las glorias son más pequeñas y en lugar de formar un arco dibujan una serie de anillos concéntricos. Dado que sólo pueden observarse estando entre el Sol y la nube de partículas, para observar una gloria en la Tierra hay que estar en el aire, desde un avión o la cima de una montaña un día nublado; por otra parte, para que la gloria se produzca, las partículas de la nube deben ser esféricas y todas de similar tamaño.
En este caso, los científicos que estudian la atmósfera de Venus fotografiaron una gloria en el momento preciso en que el Sol pasó por detrás de la Sonda, para analizar las características de sus partículas con gran concentración de ácido sulfúrico. Así consiguieron capturar la imagen de una impresionante gloria de 1200 kilómetros de diámetro, a 70 kilómetros de altura. Así pudieron determinar que las partículas de dicha nube tienen 1,2 micras de diámetro, es decir que son cinco veces más delgadas que un cabello. Y, por el brillo de los anillos, pudieron deducir que las nubes observadas no están formadas solo de ácido sulfúrico mezclado con agua, sino que hay otro compuesto químico interviniendo, hasta ahora desconocido.
Mientras los científicos estudian el fenómeno con más profundidad para poder resolver este enigma, las imágenes permiten disfrutar de un bello espectáculo atmosférico, por primera vez, de otro planeta.