Pensuti, el Disney de Mussolini
La historia de los genios olvidados por la suerte o silenciados por la censura suelen abundar en paradojas y tristes ironías; tal es el caso del realizador italiano Luigi Liberio Pensuti, quien volcaba en sus animaciones todo su fervor antifascista, pero su obra solo pudo evitar el naufragio de su época tormentosa al ser utilizada por el mismísimo Benito Mussolini como material de propaganda. Salvando las injusticias de la historia, la Cineteca de Milán, el Instituto Della Luce y el Cinema Ritrovato de Bolonia han colaborado en la restauración de los cortometrajes de Pensuti, gracias a lo cual se puede volver a observar el genio crítico de este creador italiano en piezas como “Il Dr. Churkill” o “Ahi Hitler”, realizados en plena década de 1940 en la Italia fascista de Il Duce.
En aquellos años el Ministerio de la Cultura Popular de Italia censuró con celeridad una de sus obras maestras, "La vispa Teresa", de la que dijo que provocaba un daño nocivo a la "sacralidad de la familia" e incitaba a la prostitución. No obstante Mussolini, aficionado a los dibujos animados y convencido de su gran potencial propagandístico, advirtió en Pensuti un talento notable y mandó contratarlo, incluso a sabiendas de que el joven director se negaba a adherir al régimen.
Así fue como Liberio, en pos de su supervivencia, aceptó el encargo y, simplificando su estilo (hasta entonces complejo y brillante, comparado a menudo con el de Walt Disney) para hacerlo más popular, se dedicó de lleno a la campaña de propaganda contra la tuberculosis. Obligado a traicionar sus ideales y a trabajar para su enemigo, Pensuti murió joven, a los 42 años, y muchos de sus trabajos desaparecieron con él. Recién ahora, décadas más tarde, la restauración de buena parte de su obra viene a dar un final más feliz a la historia de un creador talentoso y comprometido del siglo XX.
IMÁGENES
2001.com; La Mula; Rapporto Confidenziale