Muere el último traductor del código navajo de la Segunda Guerra Mundial
Los indios navajos, aborígenes del territorio norteamericano, estuvieron entre los inesperados protagonistas de la Segunda Guerra Mundial, ya que fueron utilizados para encriptar mensajes valiéndose de su lenguaje intraducible. Mediante esta iniciativa de un veterano de la Primera Guerra, Philip Johnston, la Infantería de Marina de los Estados Unidos logró blindar su comunicación interna volviéndola impermeable, por primera vez, a la inteligencia de los descifradores japoneses, detalle decisivo para inclinar en su favor las batallas del Pacífico.
Hace pocas semanas falleció, a los 93 años de edad, el último de los traductores navajos, conocidos como Wingtalkers, que participó en la Segunda Guerra Mundial, llamado Chester Nez. Nez fue reclutado en su momento por el propio Johnston en un instituto de Flagstaff, Arizona. Luego de participar en la guerra Nez trabajó como pintor y se dedicó a seguir con pasión a su equipo de béisbol, los Red Sox; de hecho, fue convocado para realizar el primer saque en una ceremonia en el comienzo de las series mundiales de 2004, luego de lo cual los Red Sox ganaron el título, dejando atrás una maldición que los tenía a maltraer desde 1920.
Por su fallecimiento, el Cuerpo de Marines de EEUU emitió un comunicado en el que señala que lloran su pérdida pero honran y celebran en el fallecido “el indomable espíritu y compromiso” de los codificadores navajos. Cabe recordar que en julio de 2001 el Congreso estadounidense otorgó las Medallas de Oro a cinco supervivientes del pelotón de navajos.
FUENTE E IMÁGENES
La Razón; Segunda Guerra Mundial; CNN; NotiHoy