Los Vampiros y las matemáticas
Existen en la sabiduría popular tres formas de matar a un vampiro: la estaca, la cruz y la riestra de ajos. Pero puede que sean las matemáticas las que tengan la última palabra en la antigua puja entre humanos y no-muertos; al menos así lo indican varias publicaciones científicas que aplican modelos matemáticos a la posible coexistencia entre humanos y vampiros.
Pionera en la materia es la investigación de 1982, “El problema transilvano de los recursos renovables”. Sus autores, Richard Hartl y Alexander Mehlmann, concluyen que el necesario crecimiento exponencial de chupadores de sangre haría que el porcentaje de humanos disminuyera ŕapidamente, dejando a la población de vampiros sin alimento en poco tiempo.
Otro artículo, “Ficción cinematográfica vs realidad física: fantasmas, vampiros y zombies”, aparecido en 2007 en el Skeptical Inquirer desarrolla la misma hipótesis. Allí Costas Efthimiou y Sohang Gandhi presentan también un panorama pesimista. Los científicos afirman que “si los vampiros se alimentaran con una ínfima porción de lo que muestran las películas y el folklore, la raza humana hubiese sido eliminada poco tiempo después de la aparición del primer vampiro”. Por lo que son categóricos al afirmar que “los vampiros no pueden existir, puesto que su existencia se contradice con la existencia humana”.
Refutando las teorías anteriores, el investigador de Oxford Dino Sejdinović publicó en 2008 el análisis “Matemáticas del conflicto humano-vampiro” donde acusa a Efthimiou y a Gandhi de simplistas por caracterizar a los vampiros como consumidores codiciosos de sangre y no contemplar sus posibles estrategias de racionamiento.
Quizás el estudio más completo sea el de 2013, escrito por Wadim Strielkowski, Evgeny Lisin, y Emily Welkins: “Modelos matemáticos de interacción entres especies: coexistencia pacífica de vampiros y humanos basada en modelos derivados de ficciones literarias y cinematográficas”. Los tres matemáticos analizan escenarios diferentes tomando datos de las obras de Bram Stoker, Stephen King, Anne Rice, Charlaine Harris y Stephenie Meyer, y en algunas circunstancias analizadas, suponen posible la cohabitación de humanos y vampiros en un contexto pacífico.
FUENTE: Atlas Obscura
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