Los suicidios más notables de la historia
Por las circunstancias históricas y políticas, o biográficas y psicológicas, que los motivaron; por la fama o la influencia del suicida; por su valor estético, por su extraña forma de llevarse a cabo o por lo misterioso de sus circunstancias, estas son algunas de las muertes por mano propia más notables de la historia.
-Adolf Hitler y Eva Braun (1945): el líder nazi y su mujer se suicidaron juntos en el bunker de la Cancillería, al consumarse la derrota alemana en la Segunda Guerra Mundial: él se disparó un tiro en la cabeza mientras ella ingería veneno.
-Kurt Cobain (1994): el cantante de Nirvana, icono de la escena grunge, se disparó con una escopeta en la cabeza luego de una profunda depresión vinculada a su politoxicomanía.
-Attila József (1937): poco talentoso para el arte del suicidio, este poeta húngaro logró quitarse la vida recién al cuarto intento: primero probó tomando cincuenta aspirinas, luego con un veneno demasiado suave; la tercera vez se tiró en las vías del tren, pero el tren se detuvo. Volvió a intentarlo y, esa vez sí, el tren lo atropelló.
-Vincent Van Gogh (1890): a los 37 años, el gran artista se disparó en el pecho, en medio del campo. Se encontró en un bolsillo de su ropa una carta que decía “Yo arriesgué mi vida por mi trabajo, y mi razón siempre fue menoscabada”.
-Periandro (Siglo VI a.C.): considerado el primer suicida notable de la Historia, este monarca, para evitar que sus enemigos descuartizaran su cuerpo al encontrarlo, eligió un lugar apartado en el bosque y encargó a dos jóvenes militares que lo asesinaran y enterraran allí mismo; a otros dos encargó que mataran a sus asesinos, y así sucesivamente.
-Eugene Izzi (1996): escritor de novelas policiales, llevó a cabo su última obra el 7 de diciembre de 1996, dejando una larga serie de pistas falsas: murió llevando un chaleco antibalas, y cargando en sus bolsillos, entre otras cosas, un spray anti violaciones y disquetes con sus novelas guardadas.
Fuente: 20 Minutos
Imagen: Shutterstock