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Los secretos de Tutankamón

Por History Channel Latinoamérica el 12 de Agosto de 2021 a las 21:38 HS
Los secretos de Tutankamón-0

El 3 de enero de 1924, el arqueólogo británico Howard Carter, que había estado excavando la cámara funeraria de Tutankamón durante casi dos años, descubrió el tesoro más grande: un sarcófago de piedra que contenía el ataúd de oro sólido con los restos del niño-rey.

Hoy te presentamos cuatro secretos acerca del legendario Rey Tut.

 

  • No existe la "Maldición de Tutankamón": cuando Carter entró por primera vez a la tumba del Rey Tut, en Noviembre de 1922, el patrocinador financiero de la expedición, George Herbert, estaba a su lado. Cuatro meses más tarde, Herbert murió por envenenamiento de la sangre a partir de la picadura de un mosquito infectado. La prensa, frenética por lograr impacto mediático, acusó de la muerte a "la maldición de la momia", inscrita en una supuesta tablilla de arcilla en la cámara funeraria. Todo, incluyendo la inscripción, era una gran mentira.

 

  • La prematura muerte del Rey Tut fue probablemente accidental: durante años, se especuló con que la muerte de Tutankamón, a sus 19 años, llegó por efecto de un golpe en la cabeza, probablemente propinado por un adversario. En 2005, un estudio reveló que, en realidad, el faraón se rompió la pierna y desarrolló una infección en la herida, poco antes de morir.

 

  • Tut habría sido engendrado por una relación incestuosa: En 2010, un análisis de ADN realizado con los restos de Tut y sus parientes, descubrió que el niño rey fue producto de una relación incestuosa entre el faraón Akenatón y una de sus hermanas. La endogamia era frecuente entre los antiguos miembros de la realeza egipcia, que se veían a sí mismos como descendientes de los dioses y esperaban mantener líneas de sangre pura.

 

  • El Rey Tut no fue enterrado a solas: entre un sinfín de tesoros y objetos funerarios, Carter halló en la cámara funeraria dos pequeños ataúdes con sendos fetos momificados en su interior. Pruebas recientes de ADN sugieren que uno corresponde a la hija de Tutankamón, fallecida apenas nació, y el otro a su hijo, que corrió igual suerte. Los expertos creen que Tutankamón no dejó herederos vivos, porque él y su esposa, hermanastra del faraón, sólo podían concebir niños con trastornos congénitos fatales.

Video "El Rey Tut":

 


Fuente: History

Imagen: mountainpix / Shutterstock.com