Los libros de la muerte
Los libros, del estilo y el género que sean, no son objetos inofensivos ni material de puro entretenimiento; a lo largo de la historia, en algunas ocasiones el contenido de un libro ha cambiado el rumbo de los acontecimientos históricos o políticos, e innumerables veces modificó el rumbo de vidas individuales. En el peor de los casos, la influencia de algunas obras literarias ha llegado a provocar hechos indeseados, como epidemias de suicidios o matanzas. Estos son algunos de los casos paradigmáticos:
-Las penas del joven Werther, de Johann W. Goethe: publicada en 1774, esta novela del gran autor alemán tuvo un efecto devastador, que fue conocido como “efecto Wether”; al leerla, decenas de jóvenes se suicidaron imitando al protagonista, lo que motivó su prohibición en Italia, Alemania y Dinamarca.
-Mi Lucha, Adolf Hitler: escrito en la cárcel por el líder nazi, mezcla de autobiografía y propaganda ideológica, este libro fue leído por miles de personas, muchas de las cuales se dejaron convencer por sus propuestas antisemitas y racistas que provocaron y sostuvieron el holocausto.
-Los Diarios de Turner, Andrew McDonald: escrita en 1978 por William Luther Pierce, líder de la organización supremacista blanca Alianza Nacional, bajo el seudónimo de "Andrew McDonald", esta ficción que relata el exterminio de toda la población judía y no-blanca de los Estados Unidos fue asociada a diversos hechos violentos, como el atentado de Oklahoma en 1995.
-Los protocolos de los sabios de Sion, Matvei Golovinski: este libro, publicado por primera vez en Rusia en 1902, plantea la hipótesis de una supuesta conspiración judía para dominar el mundo; funcionó como una efectiva propaganda antisemita durante el nazismo.
-El martillo de las brujas, Jakob Sprenger y Enrique Kramer: publicado en el año 1487, en Alemania, este libro está considerado como uno de los motores de la caza de brujas que se llevó a cabo en Europa durante 200 años.
Fuente: La piedra de Sísifo
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