Los grafitis obscenos de Pompeya
Un texto grosero escrito en un muro podría pasar sencillamente como una muestra más del poco decoro que existe en el mundo actual, en el que las obscenidades se observan en las paredes de cualquier ciudad del mundo; sin embargo, “Et quitscrpipt felat”, aparece en un muro de la antigua ciudad de Pompeya. El atrevido e histórico grafiti fue descubierto por el trabajo de arqueólogos españoles en la Ínsula VII-6, una manzana de casas de familias de la clase alta, cuyos restos han permitido a los investigadores reconstruir la vida en Pompeya.
Para la estudiosa de los grafitis pompeyanos, Macarena Calderón, piezas arqueológicas como la inscripción “Secundus felatus rarus” en la pared de una casa, son relevantes testimonios que demuestran el estilo de vida licencioso y hasta libertino que caracterizaba a los habitantes de la ciudad, una ciudad junto al Vesubio cuyos lupanares y antros de prostitución eran tan célebres como el propio volcán. A esta investigación se suma la reciente publicación del libro “Pompeya. Historia y leyenda de una ciudad romana”, en el que la autora, la historiadora Mary Beard, hace hincapié en el rol de la mujer (más importante en Roma que en cualquier otra civilización de aquel entonces, y que en muchas sociedades posteriores), y la omnipresencia de la sexualidad, tanto en la vida cotidiana como en las expresiones artísticas, de la antigua Pompeya.