Logran esclarecer la evolución de la peste gracias a víctimas con 1500 años de antigüedad
Un equipo internacional de científicos logró secuenciar completamente el genoma de la bacteria que hace unos 1500 años generó la primera peste bubónica registrada en la historia, y que se extendió por toda Europa, proveniente de Egipto, durante el reinado del emperador bizantino Justiniano. Todo fue posible gracias al análisis dentario que se realizó sobre los restos de dos víctimas, según publicó la revista The Lancet. Sorprendentemente, los expertos descubrieron que la cepa en cuestión, una de las tres con que se identifica a la bacteria Yersinia pestis, no fue antecesora directa de las cepas correspondientes a los brotes pandémicos que la enfermedad tuvo durante los siglos posteriores. Así, entonces, éstas habrían sido "apariciones independientes" que se transmitieron desde los roedores hacia los humanos, explica el informe científico. A lo largo de la historia se verifican tres grandes pestes bubónicas, siendo la de los tiempos de Justiniano, sobre el siglo VI, la más antigua; sucedida por la Peste Negra de la Edad Media, que sacudió a Europa; y la extendida desde China hacia Europa, durante finales del siglo XIX. Mientras que el genoma de estas dos últimas cepas ya se encontraba debidamente secuenciado, el primero era todavía una verdadera incógnita. Según los científicos, la bacteria logró evolucionar durante el período en que permaneció dentro de los roedores, que son inmunes a la enfermedad y funcionan como su reservorio, para transmitirse a los humanos a través de las pulgas. La cepa responsable de la epidemia surgida durante la Edad Media, y que se cobró la muerte del 60 por ciento de la población europea, no provino directamente de la cepa bizantina. De modo que resulta difícil explicar por qué esta cepa originaria, perfectamente adaptada a la biología humana, finalmente desapareció sin repercutir sobre los subsiguientes brotes pandémicos. De cualquier modo, y sin posibilidades de ahondar en épocas arqueológicas anteriores por la falta de registros, el trabajo de los científicos logró secuenciar la cepa más antigua jamás conocida de la bacteria Yersinia pestis. Fuente: elpais.com