La tribu mexicana que decidió morir antes que ser conquistada por los españoles
Durante la expedición organizada por Diego de Mazariegos al sureste de México, casi 11 años después del fin de Tenochtitlán, los conquistadores españoles avanzaron a través de la Sierra Norte de Chiapas, para alcanzar la tribu chiapaneca que estaba asentada entre las paredes del Cañón del Sumidero y que tenía el control sobre la región y las otras comunidades de la zona.
Los conquistadores, junto a batallones de otros pueblos ya sometidos, lucharon contra los miembros de esta comunidad durante dos años, en los que los chiapanecas resistieron lo más que pudieron a pesar de su inferioridad tecnológica y numérica. El último grupo en ser conquistado estaba en el Peñón de Tepetchía, pero para 1534 los españoles consiguieron sitiarlos y, por orden de Diego de Mazariegos, debían ser eliminados.
Los aborígenes, decididos a no morir en manos españolas, se quitaron la vida en un suicidio colectivo en el que familias enteras saltaron hacia el mar y murieron unidas por sus manos. Frente a semejante acto de heroísmo colectivo en pos de la libertad, Mazariegos ordenó un alto el fuego y reubicó a los aborígenes restantes, que fundaron Chiapa de los Indios. Aunque hay hechos históricos que contradicen este suicidio masivo, la tradición oral de los autóctonos de la zona continúa siendo validada como un testimonio real de lo que sucedió.
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Fuente: Cultura Colectiva.
Imagen: Shutterstock