La ciencia responde: ¿qué especie dominará el planeta, cuando el hombre desaparezca?
La ciencia ficción ha propuesto este ejercicio prácticamente como base de su existencia, aunque, en esta oportunidad, la pregunta acerca de un futuro pos apocalíptico, sin seres humanos sobre la faz terráquea, tiene una respuesta basada en aspectos científicos.
"Si nos dieran la oportunidad de mirar en el tiempo 50 millones de años tras nuestra desaparición, ¿qué encontraríamos? ¿Qué animal o grupo de animales tomaría el relevo de especie dominante? ¿Tendríamos un planeta de los simios, como ha imaginado la ficción popular?; ¿la Tierra llegaría a ser dominada por delfines, ratas, osos de agua, cucarachas, cerdos u hormigas?", se pregunta el periodista especializado en ciencia, Luc Bussiere.
Según él mismo relata, "el mundo está y siempre ha estado dominado por bacterias a pesar del fin nominal de la 'edad de los microbios' hace 1,2 millones de años. […] Esto no fue porque las bacterias dejaran de existir o se redujera su prevalencia, sino por nuestra miopía tendiente a dar mayor importancia a los grandes organismos multicelulares que vinieron después", subraya.
Es que, según plantea el periodista, cuando el humano imagina una futura especie, descendiente o sucesora del humano, el propio narcisismo de nuestra raza lo lleva a especular con seres similares a nosotros, cuando, en realidad, "cualquier evento de extinción que afectase a los humanos sería probablemente más peligroso para los organismos que comparten nuestras necesidades fisiológicas básicas". Así, sería absolutamente improbable que los primates pudieran dominar el mundo, en caso de una extinción humana.
De hecho, reflexiona Bussiere, no todas las especies dominantes en algún momento de la historia planetaria, previa al hombre, han desarrollado destrezas proporcionales a las de la raza humana. De modo que, este tipo de rasgos no son "requisitos necesarios" para erigirse como especie dominante. "La evolución no favorece a la inteligencia por sí misma, sino solamente si conduce a una mayor supervivencia y a un éxito reproductivo. Por lo tanto, es un profundo error imaginar que nuestros sucesores podrían ser criaturas especialmente inteligentes o sociales, o que van a ser capaces de hablar o de ser hábiles con la tecnología", explica.
Finalmente, frente a la pregunta concreta sobre cuál podría ser la especie dominante sucesora del hombre, el periodista sostiene que lo único de lo que podemos estar "razonablemente seguros", es que "no va a ser un chimpancé que habla". Y agrega: "así que, aunque pueda ser posible que ―como muchos han especulado― las hormigas nos arrebaten el planeta, solo podemos imaginar qué apariencia tendrán los descendientes dominantes de estas hormigas".
Fuente: IFL Science
Imagen: Shutterstock