Exploradores que desaparecieron
Por cada explorador exitoso, como Cristóbal Colón o Vasco da Gama, hubo otros aventureros que desaparecieron en la inmensidad de los océanos, selvas y desiertos que pretendían explorar. Alrededor de estos personajes se han tejido decenas de historias, fantasiosas o verosímiles, que buscan resolver su enigmático destino. Esta es una lista de seis emblemáticos exploradores que viajaron a los confines de la tierra y jamás volvieron a ser vistos.
Perry Fawcett: este coronel desapareció en 1925 mientras buscaba una mítica ciudad perdida en la selva amazónica, llamada por él "Z". En su búsqueda, él y sus dos acompañantes desaparecieron sin dejar rastro. Algunos dicen que fueron asesinados por aborígenes hostiles, otros culpan a la malaria, a la inanición o a los ataques de de jaguares.
George Bass: gran aventurero y navegante británico, luego de descubrir el estrecho entre Australia y Tasmania, planeó viajar a América del Sur, con la esperanza de hacerse rico; zarpó en febrero 1803, pero pronto desapareció con su tripulación en el Océano Pacífico, y jamás volvió a ser visto. Algunas teorías sostienen que Bass y sus hombres llegaron a la costa de Chile, pero fueron arrestados como contrabandistas y obligados a pasar el resto de sus vidas trabajando en una mina de plata española.
Gaspar y Miguel Corte Real: estos hermanos portugueses desaparecieron durante sus respectivos viajes a la costa de la actual Canadá. En 1501 Gaspar condujo una flota de tres naves en una expedición a las costas de Terranova. Poco después debía regresar a Portugal, pero ni él ni su nave nunca fueron vistos de nuevo. Miguel regresó a América en 1502, buscando rescatar a su querido hermano, y desapareció sin dejar rastro.
Jean Francois de Galau Lapérouse: en 1785 el rey de Francia, Luis XVI, lo envió en una gran expedición de mapeo mundial. Zarpó de Brest y llegó a Australia en 1788, pero después de salir de la bahía de Botany su flota desapareció. Una expedición de rescate llegó en 1791, pero no encontró ningún rastro de Lapérouse, sus dos buques o sus 225 tripulantes.
Sir John Franklin y Francis Crozier: en 1845 el dúo de exploradores realizó una expedición para descubrir la ruta marítima que une el Atlántico y el Pacífico. Pero después de pasar la isla de Baffin, la expedición se desvaneció sin dejar rastro. Años más tarde las investigaciones revelaron que los buques de Franklin y de Crozier habían quedado atrapados en el hielo durante el invierno de 1846-1847. Hasta 50 barcos viajaron a Canadá en un intento de localizar la expedición perdida, pero los cuerpos de Franklin y Crozier nunca fueron recuperados.
Peng Jiamu: este aventurero biólogo chino desapareció durante una expedición al desierto de Lop Nor, uno de los lugares más secos del mundo, en 1980. Peng comenzó sus viajes a fines de 1950, y 30 años más tarde dirigió un equipo de investigadores a Lop Nor para una nueva investigación; luego de unos días en el viaje, desapareció abruptamente de su campamento dejando una nota en la que decía que iba a buscar agua. Según los conocedores del lugar, probablemente fue enterrado vivo por una tormenta de arena o aplastado por una avalancha de tierra suelta.
FUENTE: History.com