Inicio

Enterrados vivos: 3 casos verdaderos

Por History Channel Latinoamérica el 12 de Agosto de 2021 a las 21:38 HS
Enterrados vivos: 3 casos verdaderos-0

Pocas cosas generan tanto terror como la posibilidad de ser enterrado vivo. Aunque los avances médicos hacen que cada vez sean más raros los casos de catalepsia en los que se entierra al damnificado dándolo por muerto, existe evidencia de varios casos reales.

 

-Niurka Berenice Guzman Reyes: en 2011 la bailarina dominicana fue hallada sin vida en su dormitorio. Las autoridades sanitarias declararon que había muerto a causa de un infarto del miocardio y la joven de 23 años fue enterrada. Días después, una de sus mejores amigas tuvo el fuerte presentimiento de que Niurka estaba viva, y tras el papeleo pertinente la madre consiguió que el cajón donde yacía su hija fuera abierto. Las pericias confirmaron que la joven estaba efectivamente muerta, pero que había muerto de asfixia dentro del cajón.

 

-Octavia Smith Hatcher: una extraña enfermedad azotó el condado de Pikeville, EE.UU, en 1891. Los enfermos caían en un coma profundo, que luego se supo era transmitido por la mosca tse-tse. Octavia fue la primera afectada por el extraño cuadro clínico, y los médicos del poblado la dieron por muerta. Cuando su marido ordenó exhumar el ataúd donde estaba enterrada, encontró una escena escalofriante. Las manos de la mujer estaban desgarradas por haber rasguñado el cajón intentando salir, y en su rostro podía observarse una perturbadora mueca de horror.

 

-Rufina Cambaceres: la joven argentina fue encontrada muerta en su dormitorio la mañana en que cumplia 19 años. Las crónicas de la época relatan que la noche posterior al entierro, el sereno del cementerio escuchó ruidos provenientes de su lápida. Al llegar al lugar encontró a la muchacha en el suelo con el rostro cubierto de sangre. Aparentemente Rufina despertó de su catatonia dentro del cajón, y pese a haber podido escapar, murió de un infarto minutos después. En el interín, conmocionada por el terror, se desfiguró la cara con sus propias manos.

  

 

 


Fuente: SUPERCURIOSO

Imagen: Shutterstock