El temible Viento Divino que puso en jaque a la marina estadounidense
Los Kamikazes operaron en las costas del Pacífico durante los diez últimos meses de la Segunda Guerra Mundial. El ejército japonés no estaba en condiciones, por falta de hombres y recursos técnicos, para enfrentar la inminente invasión aliada. El capitán Motoharu Okamura propuso a sus superiores frenar la ofensiva utilizando la estrategia kamikaze. Así surgió en Taiwán, en 1944, el primer campo de entrenamiento para soldados suicidas.
Los jóvenes, que eran reclutados en universidades y academias militares, se comprometían a dar la vida a cambio de una muerte honrosa defendiendo a su patria. Los soldados entrenados para tal fin estrellaban deliberadamente sus aviones o embarcaciones, cargados con explosivos, contra sus objetivos.
Se estima que durante los meses en que estuvo activa la “Unidad de ataque especial Shinpu” unos 2800 kamikazes hundieron 34 buques militares, dañaron otros 368, generaron 4900 bajas humanas e hirieron a 4800 militares enemigos.
Aunque el “Viento Divino” de las tropas suicidas japonesas logró infringir graves daños al ejército aliado, su temible ofensiva no logró detener el ataque. La derrota llegó a Japón en agosto de 1945, siendo la unidad especial disuelta ante la rendición incondicional a la que se comprometió el imperio Nipón, dando fin a la Segunda Guerra Mundial.
Fuente: CIENCIAHISTORICA
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