El niño judío que fue vecino de Hitler: "Jamás olvidaré su mirada"
El historiador Edgar Feuchtwanger reside en Londres desde 1939, año en el que pudo escapar junto con su familia de la pesadilla Nazi. Hoy tiene 91 años, y en su libro autobiográfico “Yo fuí el vecino de Hitler” rememora los nueve años durante los cuales el genocida alemán y su familia judía vivieron a una puerta de distancia.
En 1929, el político en ascenso Adolf Hitler se mudó a la casa lindera de la familia Feuchtwanger en Múnich. Edgar, quien por entonces tenía ocho años, recuerda su primer encuentro con el genocida, en 1932: "Había sido llevado por mi niñera a una caminata. Pasé por su puerta principal justo al tiempo en que salía. Me miró y yo lo miré, y lo hizo de manera benévola".
Mientras el nazismo subía rápidamente los peldaños del poder, el aire se tornaba cada vez más espeso alrededor de los ciudadanos judíos residentes en la región. El joven Feuchtwanger se vió obligado a estudiar la propaganda nazi que impartían en las escuelas. En 1939, en la que fue conocida como la “Noche de los cristales rotos”, el padre de Edgar fue capturado por la gestapo y llevado a Dachau, el primer campo de concentración; del que fue liberado seis semanas más tarde.
Después del secuestro la familia emigró a Inglaterra, donde Edgar se formó como historiador. Al analizar la peculiar historia de su vida, Edgar dice: "Si (Hitler) hubiera conocido quién era, no estaría aquí hablando con usted".
Fuente e imágenes: INFOBAE