El científico que creyó probar la existencia del alma
En la década de 1940 el doctor R.A. Watters llevó a cabo, en el laboratorio de la Fundación de Investigación Biofísica William Bernard Johnston, en Reno (EE.UU.), una serie de experimentos con animales que buscaban probar la existencia del alma. Su hipótesis era que el alma es una energía situada en el espacio entre los átomos de las células. Para probar su teoría, que denominó “hipótesis atómica del alma”, encerraba pequeños animales rociados con éter para que murieran en un artefacto llamado “Cámara de Wilson”. La cámara contenía vapor de agua enfriado y saturado al máximo, que al entrar en contacto con una partícula energética dejaba una traza de niebla. La idea del Dr. Waters era que si el animal moría dentro de esta cámara, dejaría un dibujo que permitiría probar la realidad del alma. El doctor afirma en sus informes haber observado la traza energética al lado de los animales recién fallecidos, una forma incorpórea parecida al cuerpo del animal que tardaba hasta 8 horas en disolverse. Estos datos le alcanzan para concluir que existe un cuerpo anímico que abandona el cuerpo físico en el momento de la muerte.
Las voces detractoras no tardaron en hacerse oír. Diferentes investigadores arguyeron que tras realizar el mismo experimento no observaron ningún resultado. Otros escépticos aseguraron que el proceso o la cámara tenían algún fallo. La gran mayoría estuvo de acuerdo en que se necesitaba una gran cuota de imaginación para observar lo que el Dr.Waters veía.
Aunque la ciencia haya descartado los descubrimientos de Waters, en los archivos de la Sociedad para la Investigación Psíquica de Cambridge se conservan sus fotografías y cuadernos.
FUENTE: SUPERCURIOSO
Imagen central: Shutterstock
Imagen del cuerpo: De Carl D. Anderson (1905–1991) - Anderson, Carl D. (1933). "The Positive Electron". Physical Review 43, Dominio público, vía Wikimedia Commons