El automóvil del futuro, con imanes
Esta vez sí, el futuro se plantea inesperado: sería muy raro que a algún director de cine de ciencia ficción o a un escritor futurista se le haya ocurrido una idea semejante a la que ha comenzado a desarrollar la firma sueca Volvo. La conocida compañía fabricante de automóviles ha revelado a los medios de comunicación que se encuentra actualmente en la fase de desarrollo de una nueva tecnología que podría provocar una revolución sin precedentes en la industria automotriz: un coche automático que funciona… ¡con imanes! Para llevar adelante este proyecto novedoso de automoción, ya se están realizando las primeras pruebas en Suecia, más precisamente en la localidad occidental de Hällered, donde se encuentran las instalaciones de prueba de Volvo, inauguradas este año.
Allí se ha construido una carretera que cuenta con una serie de imanes colocados a 10 centímetros de distancia entre uno y otro, que deberían ser detectados, si todo sale según lo planeado, por los sensores del automóvil, de modo tal que este circularía autónomamente. Estos sensores que están siendo desarrollados por la Volvo tienen la capacidad de medir 500 informaciones por segundo. Según los ingenieros de la compañía, el coche podría alcanzar una velocidad de 150 kilómetros por hora dentro con una conexión óptima entre sensores imanes. Esta nueva propuesta, ambiciosa y sorprendente, se enmarca en una búsqueda de Volvo en cuanto a la “seguridad activa”, es decir la inversión en nuevas tecnologías que, más que confort o potencia, generen nuevos paradigmas de seguridad.