El auto más maldito de la historia: desencadenar la Primera Guerra fue sólo el comienzo
No sería un error decir que el 28 de junio de 1914 comenzó la Primera Guerra Mundial. Ese día, el archiduque heredero del imperio Austrohúngaro, Francisco Fernando, y su esposa, la archiduquesa Sofía de Hohenberg, decidieron dar un paseo en un coche rojo Grâf und Stift, modelo 1910, durante su visita a la ciudad de Sarajevo, en Bosnia y Herzegovina. Ese pequeño deseo fue el que les valió la vida a ellos, y más tarde a 9 millones de personas.
El estudiante nacionalista serbio Gavrilo Princip, miembro de la organización “La joven Bosnia”, los asesinó a tiros. A raíz del atentado, Francisco José I, líder del imperio Austrohúngaro, declaró la guerra a Serbia y, en consecuencia, se dieron sucesivas declaraciones de guerra a lo largo y ancho del planeta.
Sin embargo, la maldición del auto rojo recién comenzaba a escribir su historia macabra:
-Su nuevo dueño, Oskar Portiorek, terminó en un manicomio por problemas mentales ocasionados tras una derrota militar.
-Un capitán del ejército, que heredó el auto, murió mientras lo conducía, al estrellarse contra un árbol.
-El gobernador de Yugoslavia tuvo cuatro accidentes con él y en uno de ellos perdió el brazo. Convencido de que estaba maldito, se lo vendió a un amigo escéptico de estas cuestiones, lo que no lo salvó de morir tras volcar con el auto rojo.
-Desde entonces, al menos otras cinco personas fueron propietarias del auto rojo y todas ellas murieron o cayeron en desgracia.
-A pesar de que algunos creen que esta es una vieja leyenda incomprobable, lo cierto es que durante la Segunda Guerra Mundial, el museo en el cual pasaba sus días, fue violentamente bombardeado. El auto rojo no sufrió daños.
Fuente e imágenes: guioteca.com