Confirmado: encontraron la tumba de Filipo II de Macedonia, el padre de Alejandro Magno
Luego de una ardua investigación se ha resuelto finalmente el enigma arqueológico que mantuvo cautiva a la comunidad científica por años. La tumba real de dos cámaras hallada en 1977 en la ciudad de Vergina, Grecia, contiene los restos óseos del rey Filipo II de Macedonia, padre de Alejandro Magno. Los estudios decisivos para acceder a esta conclusión fueron liderados por el investigador Theodore Antikas, de la Universidad Aristóteles de Tesalónica, quien reveló que el examen de los 350 huesos, realizado con fluorescencia de rayos X y microscopía electrónica de barrido, permitió detectar patologías que fueron de gran ayuda para identificar al legendario morador de la tumba.
Así, la tecnología y el conocimiento se combinaron para despejar la incógnita; por ejemplo, donde los documentos históricos mencionaban que una flecha se clavó en el cráneo de Filipo II dejándolo ciego, los exámenes mostraron un trauma facial pronunciado. Muchas otras deformaciones constataron hechos de la vida conocida del rey, y otras confirmaron el hecho de que fue sometido a una cremación plena después de su muerte.
Según los investigadores, junto a los restos incinerados de Felipe II fueron enterrados, además de numerosos objetos de valor, los restos de la hija guerrera de Ateas, rey de los escitas, quien la habría enviado durante una misión diplomática que no prosperó. El complejo funerario fue descubierto a fines de los 70 por el arqueólogo griego Manolis Andronikos quien al observar la tumba recordó la escena de la Ilíada en la que Aquiles "recogió en una urna de oro los huesos blancos de sus compañeros recubiertos con grasa y los depositó en la tumba envueltos en un paño". Dado que en el siglo IV a.C. se mantenía el mismo ceremonial funerario que en la Grecia de Homero, así fue como vio el arqueólogo los restos quien fuera, hoy podemos saberlo, el rey Filipo II de Macedonia.
FUENTE E IMÁGENES
Terrae Antiqvae