Viaje al infierno radiactivo
El 26 de abril de 1986, en la por entonces Ucrania soviética, acontecía el tristemente célebre accidente de Chernóbil, un accidente nuclear generado por una fallida prueba de seguridad en el cuarto reactor de la central nuclear Vladímir Ilich Lenin.
Hoy, el paisaje que circunda a la vieja planta atómica es sobrecogedor. La localidad de Prípiat, en donde llegaron a vivir 50 mil personas, trabajadores de la planta en su gran mayoría, es un pueblo fantasma con escenarios post-apocalípticos, entre el abandono y la vegetación crecida.
Resulta curioso que, a raíz del estreno televisivo de una serie que relata el accidente de Chernóbil, el turismo a esta región ha crecido enormemente. Según las agencias de viaje, las visitas a la planta y al pueblo fantasma de Prípiat se han incrementado en un 40 por ciento. Se trata de tures guiados a un costo de cien dólares por persona.
Los contingentes turísticos parten en autobús desde el centro de Kiev hasta Chernóbil, distante a unos 120 kilómetros. Hay una parada para visitar el monumento a las víctimas y algunos pueblos abandonados. Más tarde, los turistas se acercan al rector número cuatro, que está recubierto por una cúpula de metal, y terminan el día con una visita al pueblo de Prípiat.
Fuente: elperiodico.com
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