La otra obra maestra de Charles Darwin que casi nadie conoce
El naturalista Charles Darwin no sólo escribió la gran obra maestra “El origen de las especies”, en 1859, sino que además comenzó a proyectar otro manuscrito interesante: una investigación sistemática sobre las emociones. Se trata de un cuestionario de 17 preguntas, enviado a amigos, familiares y también a naturalistas, misioneros, comerciantes y viajeros en lugares remotos.
Objetivo de su estudio
Mediante su estudio, Darwin deseaba conocer, particularmente, a aquellas civilizaciones que se hubiesen comunicado muy poco con los colonos europeos, ya que el objetivo central de su investigación era calibrar hasta qué punto las expresiones emocionales eran culturales y convencionales, o instintivas y universales.
Una cena de análisis
Además, durante marzo de 1868, Darwin invitó a una serie de comensales a cenar y le pidió a cada uno que interpretara las expresiones de una persona que figuraba en 11 fotografías, tomadas por Guillaume-Benjamin Duchenne, anatomista francés, para examinar el movimiento de los músculos faciales.
Estudio de las emociones
Su teoría buscaba determinar si existían emociones "cardinales" que eran expresadas y percibidas de igual manera por la humanidad, y si estas eran innatas o biológicas. Dicha teoría estuvo presente en el libro "La expresión de la emoción en el hombre y los animales", donde se describe su opinión de que la expresión era un rasgo que los humanos compartían con los animales.