Identifican a la momia más antigua jamás hallada hasta la fecha
Según un estudio publicado por la revista científica European Journal of Archaeology, un equipo científico asegura haber identificado una momia, en Portugal, que podría ser la más antigua jamás hallada hasta la fecha.
El estudio basa su evidencia en una serie de fotografías halladas entre los archivos del arqueólogo portugués Manuel Farinha dos Santos, fallecido en 2001 y responsable del trabajo con 12 esqueletos descubiertos en el valle del Sado, Portugal, en la década de 1960.
Entierros del Mesolítico o Edad de Piedra Media
Según los investigadores, los entierros que dieron con el hallazgo de los 12 esqueletos datan del Mesolítico o Edad de Piedra Media, es decir, hace unos 8 mil años, por lo que serían más antiguos que cualquier momia conocida hasta el día de hoy.
En el estudio, los arqueólogos precisan que al menos uno de los esqueletos fue momificado, aunque es más probable que haya sido con el único fin de poder transportarlo antes del entierro y no por motivos rituales.
Observaciones fotográficas
En entrevista con la revista científica Live Science, la autora principal del estudio, Rita Peyroteo-Stjerna, sostuvo que "es muy difícil hacer estas observaciones (a través de fotografías), pero es posible con métodos combinados y trabajo experimental".
A través del registro fotográfico, los arqueólogos observaron que las articulaciones de uno de los esqueletos se encontraban híper-flexionadas, lo que significa que fueron flexionadas más allá de los límites naturales, probablemente sujetas con ligaduras.
También pudieron notar que todos los huesos del esqueleto se encontraban aún articulados, incluyendo los huesos de los pies, que son los primeros en deshacerse durante el proceso natural de descomposición.
Signos de la falta de descomposición
A la evidencia de los huesos completos, se suma la particularidad de que el terreno del ancestral sepulcro no rellenó los vacíos que comúnmente deja el tejido blando mientras se descompone, lo cual sugiere que no existió un proceso de descomposición.
Por todos estos elementos, los científicos deducen que el cuerpo fue momificado y que el tamaño del individuo se redujo progresivamente merced a los ajustes de las ataduras con que fue enterrado.
Además, el estudio sugiere que el cuerpo del difunto fue colocado en alguna plataforma elevada para que los fluidos de la descomposición drenen sin entrar en contacto con él, y que el proceso de momificación incluyó el uso de fuego para secarlo.