Expertos creen que un gran faraón de Egipto pudo ser un usurpador
Amenemhat I, fue el fundador de la dinastía XII del antiguo Egipto, la más importante del Reino Medio, y reinó entre los años 1990 a 1961 a. C. Durante esos años imprimió un alto grado de progreso a su nación, promoviendo grandes construcciones, sistemas de cultivo y un aparato estatal poderoso. Sin embargo, los investigadores tienen grandes dudas sobre cómo accedió al trono y a la lucha por el poder que sostuvo durante décadas.
Reinado conflictivo
Las investigaciones arqueológicas han revelado que, a pesar de todos sus logros, el reinado de Amenemhat I estuvo rodeado de conflictos. Quizás el origen de dichos conflictos se encuentre en el hecho de que, antes de ser faraón, fue el visir del último rey de la dinastía XI, Mentuhotep IV, y se cree que ascendió al poder con una fuerte oposición de la nobleza,
La profecía
Los expertos creen que el antiguo relato egipcio “La profecía de Neferti”, se trata de una pseudo-profecía que funcionó como propaganda. En el relato, un sabio profetiza al faraón Seneferu que un rey llamado Ameny (Amenemhat I) llegará del sur para restaurar el orden en el país. Se cree que de poco sirvieron los esfuerzos de Amenemhat I por ser aceptado, ya que murió asesinado. Sin embargo, antes de que eso ocurriera, se adelantó a sus enemigos y nombró rey a su hijo Sesostris I.