Sueño bifásico: la increíble manera en la que dormía la gente en la Edad Media
Durante cientos de años, mucho antes de que comenzara el mundo industrial, diversas comunidades y sociedades de todo el planeta utilizaba una metodología de descanso un tanto sorpresiva y olvidada en la actualidad: el “doble sueño”, mejor conocido como “sueño bifásico”. Mediante esta práctica, la gente dividía la noche en dos tramos para dormir y hacer actividades.
El reloj
En el primer sueño, período llamado “el reloj”, las personas descansaban de las 23 a 1 de la mañana, dependiendo de la hora en que se hayan acostado. Una vez despiertos, utilizaban ese período intermedio como ventana para hacer actividades útiles como agregar leña al fuego, tomar medicamentos y hasta realizar trabajos rurales.
Actividades intermedias
Además, los filósofos utilizaban estos intervalos de descanso para reflexionar sobre la vida e ideas nuevas, los religiosos se dedicaban a practicar sus oraciones y muchas parejas lo usaban para sociabilizar o tener relaciones íntimas. Una vez despiertos durante algunas horas, generalmente regresaban a la cama.
Sueño mañanero
De allí, se pasaba a lo que se consideraba un sueño “mañanero” y podía durar hasta el amanecer o más tarde. Esta adaptación de descanso no resulta extraña, ya que muchos animales (como, por ejemplo, los lémures) tienen patrones de sueño muy similares a los de los humanos preindustriales.
Desaparición del doble sueño
La práctica del descanso en dos mitades se difuminó a principios del siglo XIX. La contaminación lumínica se volvió más predominante y poderosa, y permitió que las personas se quedasen más tiempo despiertas. Así mismo, los nuevos hábitos adoptados por las sociedades, sumados a la ansiedad, el estrés y los horarios de trabajo, cambiaron por siempre la manera de dormir.