Sin torno, anestesia ni dolor: así es el revolucionario método para curar caries

Muchas personas temen al odontólogo, puntualmente al pinchazo en las encías y el dolor que puede generar el torno.

Método revolucionario

La lucha contra las caries podría estar a punto de experimentar un cambio radical, gracias a una investigación de la Facultad de Odontología de la Universidad de Buenos Aires (UBA). Los expertos sugieren que en pocos años será posible eliminar las caries sin causar molestias al paciente y sin emplear los tradicionales instrumentos odontológicos como el torno o la turbina.

“Buscamos alternativas que minimicen la cantidad de tejido afectado por una caries y la remoción de la lesión con el instrumental clásico. Uno de los estudios que estamos profundizando implica el uso de agentes químicos a base de papaya”, explicó el doctor Aldo Squassi, vicedecano de la Facultad de Odontología de la UBA.

Período de prueba

Actualmente, el equipo de especialistas de la UBA está probando esta enzima en piezas dentales extraídas de pacientes, en los laboratorios de la Facultad de Odontología. “En los próximos años, iniciaremos un ensayo clínico y posteriormente buscaremos la aprobación del producto por parte de la ANMAT. Aún falta tiempo para abandonar el torno, pero tenemos la esperanza de que esto se vuelva una realidad pronto”, afirmó Squassi.

Por el momento, el especialista hizo un llamado a enfocarse en la prevención de las caries, promoviendo cambios en los hábitos alimenticios y en el cuidado dental mediante el cepillado regular con flúor. Además, destacó la necesidad de implementar políticas públicas que mejoren la preocupante situación de la odontología dado los altos índices de caries y enfermedades de las encías. Por ejemplo, mencionó que 2 de cada 3 niños menores de 6 años presentan caries.

Papaína, la clave

Específicamente, el método se basa en una enzima llamada papaína, conocida por sus propiedades para descomponer las estructuras dentro de una lesión de caries. El objetivo es desarrollar un sistema que permita formar una aglomeración, similar a un conjunto de 'pelotitas' de esta papaína, utilizando radiación junto con otros procesos químicos y físicos.

Gracias a la creación de esa aglomeración, el equipo obtuvo un doble beneficio: primero, permitió que la papaína sea más activa, removiendo una mayor cantidad de estructuras y tejidos afectados. Además, este método impidió que la papaína se difunda hacia el nervio y las estructuras internas de la pieza dental, evitando los efectos secundarios indeseados de los productos anteriores, como la eliminación del dolor en el paciente.