Por primera vez en la historia, EEUU autoriza la producción de carne cultivada en laboratorio
Por primera vez en la historia, la Administración de Drogas y Alimentos de Estados Unidos (FDA) autorizó un producto cárnico para consumo humano, cultivado en laboratorio a partir de células animales.
Carne de laboratorio
"El mundo está experimentando una revolución alimentaria y la FDA está comprometida a apoyar la innovación en el suministro de alimentos", destacó Robert M. Califf, titular del organismo, "el enfoque de la administradora de alimentos implicó un proceso exhaustivo de consulta previa a la comercialización. Si bien esto no se considera un proceso de aprobación, concluye cuando se resuelven todas las preguntas relevantes para la consulta”, detalló el directivo.
Además, Califf explicó que, a partir de ahora, “se llevará a cabo una transición de la supervisión de la FDA a la del USDA-FSIS (es decir, el departamento de Agricultura) para analizar la etapa de recolección de células. Los avances en la tecnología de cultivo celular están permitiendo a los desarrolladores de alimentos utilizar células animales obtenidas de ganado, aves y mariscos, y se espera que estos productos estén listos para el mercado estadounidense en un futuro próximo”, concluyó.
Empresa pionera
La FDA adelantó que entre los próximos pasos a seguir se incluye la elaboración de una guía que ayude a las compañías que pretendan fabricar alimentos para humanos a partir de células animales cultivadas, previamente a su comercialización.
Mientras tanto, la compañía estadounidense "Upside Foods", que cultivará células animales para producir carne sin proteína animal, se manifestó públicamente tras conocer la noticia de la FDA: "es un paso histórico que allana el camino para poder comenzar a vender el producto", sostuvo el director de comunicaciones de la compañía, David Kay.
¿Por qué producir carne de laboratorio?
Son varias las compañías que se han planteado el objetivo de producir y comercializar la denominada carne de laboratorio, o artificial, para facilitar el consumo de proteína animal con una drástica disminución del impacto medioambiental que la agricultura y la ganadería intensiva generan cotidianamente, además del sufrimiento animal.
Esta nueva tecnología de alimentos es diferente a los ya conocidos sustitutos de base de plantas, como las hamburguesas de soja y otros tipos que intentan emular la textura y el sabor de la carne, pero que no contienen la preciada proteína animal.