Cómo funciona el olvido en el cerebro, según Harvard

Aunque cada vez son más las certezas al respecto, la manera en que funciona el olvido es todavía un enigma para la ciencia: algunos eventos traumáticos no pueden olvidarse, aunque se quiera, y otros, que convendría recordar, pueden olvidarse rápida e involuntariamente.

Esta clase de dilema tiene en vilo a los científicos especializados en neurología, que ahora, a través de un trabajo desarrollado por investigadores de Harvard, buscan comprender de qué modo funcional el olvido en el cerebro humano y si acaso es posible manipularlo.

Olvidar no revierte los cambios del aprendizaje en el cerebro

El nuevo estudio involucró el uso de gusanos C. elegans, modelo para las investigaciones del cerebro, y así descubrió que olvidar no revierte ni borra en el cerebro los cambios que ocurren por el aprendizaje, como se creía.

Así, aquello que se olvida en realidad no desaparece del cerebro, sino que puede ser reactivado con un salto inicial, un cambio de estado, ya que el olvido genera un nuevo estado cerebral distinto del que se verificaba antes del aprendizaje.

“Después de olvidar, a menudo podemos recordar lo que aprendimos antes, y nuestro cerebro ya no está en estado ingenuo”, detalló Yun Zhang, del Centro de Ciencias del Cerebro de Harvard.

“Si celebramos una fiesta y luego, varios meses después, realmente nos olvidamos: ‘¿Cuándo celebré esa fiesta? ¿Quién asistió?’ Y entonces tu amigo puede decir: ‘Recuerda esto y aquello. Acuérdate de que cantamos una canción para ti’. De repente, te acordarás, ¿no?”, ejemplificó el experto.

Un puntapié inicial

La investigación, publicada por la revista científica Science Advances, ayuda a esclarecer cómo se genera el olvido en el cerebro a nivel sistémico y también molecular, campo en el que los investigadores hallaron la clave que podría acelerarlo o ralentizarlo.

“Nos ayuda a hacer hipótesis sobre las moléculas y los procesos involucrados, así como la actividad de las neuronas que son importantes para el olvido, y proponer formas de comprender la patología de enfermedades neurológicas relacionadas”, explica Yun Zhang.

Ahora, los investigadores pretenden emplear este estudio como disparador de estudios más avanzados, que permitan continuar investigando los mecanismos del olvido y cómo estos pueden aplicarse a los diversos problemas de salud mental.