Científicos restauraron el rostro de un 'vampiro' del siglo XVIII (FOTO)
Científicos de Estados Unidos lograron restaurar el rostro de un hombre fallecido hace más de dos siglos en Connecticut, sepultado según la tradición de la época como un vampiro, asegura una publicación de la revista científica Live Science.
El rostro de un vampiro
Desde que la tumba fue descubierta en inmediaciones del pueblo de Griswold, en 1990, nada se sabía sobre la identidad del cuerpo de este hombre fallecido a mediana edad por tuberculosis, una infección mortal que se extendió ampliamente en el mundo especialmente a partir de finales del siglo XVIII.
El análisis de los científicos concluyó que la gente del lugar consideraba a este hombre un vampiro, dada la inusual disposición de los huesos y la evidencia de que el cuerpo fue mutilado antes de ser enterrado, algo que se ajusta a la tradición de la época, cuando este tipo de operaciones se realizaban para evitar que el muerto salga de su tumba.
Para que no regrese de la muerte
"Los fémures fueron separados y doblados transversalmente en forma de cruz sobre el pecho", detalló Ellen Greytak, directora de bioinformática de Parabon NanoLabs, compañía que colaboró con forenses militares para estudiar los restos, "de esa manera no podría levantarse de la tumba y atacar a los vivos".
Antes, en una publicación científica del año 2019, la Biblioteca Nacional de Medicina había revelado que el féretro del 'vampiro de Connecticut' poseía tachuelas de latón con la inscripción 'JB55', único indicio sobre la identidad del fallecido.
Identidad revelada
Ese mismo año, mediante un análisis genético, los científicos extrajeron muestras de ADN que, recién ahora, lograron dar con el paradero del hombre fallecido hace más de 200 años: se trata de John Barber, un granjero pobre que falleció de tuberculosis a los 55 años de edad.
A modo de corroboración, los científicos compararon la traza genética con la de un pariente sepultado en inmediaciones de la tumba de Barber: "establecimos que eran familiares de tercer grado, o primos hermanos", concluyó la científica.