Apagón masivo: alerta por geotormenta que podría interferir redes eléctricas y de telecomunicaciones
Mientras que los expertos en el campo de la astrofísica trabajan para comprender cómo se comportan los ciclos solares y su incidencia en el funcionamiento de la tecnología terrestre, científicos chilenos advirtieron que una geotormenta podría provocar un apagón masivo en mucho menos tiempo de lo que se creía.
Apagón masivo
Una nueva investigación científica, a cargo de expertos de la Universidad de Chile y publicada en la revista científica Space Weather, demostró que una geotormenta sería capaz de generar un ‘blackout’ masivo.
El fenómeno denominado geotormenta es la consecuencia de una llamarada solar, es decir, “una radiación que se propaga desde el Sol hacia el espacio y golpea el campo magnético terrestre, el que reacciona provocando una tormenta geomagnética o geotormenta, que son eyecciones poderosas de energía”, detalló el doctor Moya, experto en Clima Espacial.
Geotormentas
Si la geotormenta es lo suficientemente intensa, podría interferir en el normal funcionamiento de las comunicaciones terrestres, así como en la transmisión de electricidad, generando inconvenientes de diversa gravedad en la navegación y la aeronáutica, como ocurrió ya en apagones de los años 1989 y 2003.
Según la investigación de los científicos chilenos, un evento de gran envergadura podría ocurrir en el corto plazo, más precisamente hacia finales de este año, o durante 2024: “nuestros resultados sugieren que el ciclo solar 25, que acaba de comenzar y que terminaría en 2034, aproximadamente, debería ser más fuerte que el ciclo actual. El máximo debería ocurrir entre este año y el próximo”, detalló Moya.
La primera y la última (hasta ahora)
La primera geotormenta de gran intensidad registrada ocurrió hace más de 150 años y saltó a la historia como el Evento de Carrington: “fue tan grande, tan grande, que la aurora se vio en Chile. Hay reportes de que se podía leer el diario de noche solamente con la luz de la aurora y todas las líneas de telégrafo se echaron a perder, los operarios veían que saltaban chispas de las líneas del telégrafo, así que las desconectaron de la corriente, pero la corriente inducida por la aurora las hacían funcionar igual y podían igual comunicarse solamente por la inducción del campo magnético de la aurora”, señaló Pablo Moya.
El científico también señaló que la última gran tormenta de este tipo se registró en 2003, en el hemisferio norte, y generó un apagón de Internet que duró varios días: “un evento como ese no ha sucedido más hasta el día de hoy. Entonces, una de las preguntas es ¿qué tan probable es que esto ocurra mañana? Y, por lo tanto, nuestro trabajo tenía que ver con eso. Tenemos los datos y podemos hacer una relación estadística para predecir qué tan probable es que haya un evento extremo pronto”.