La mujer que exhuma los cadáveres de los santos
La doctora Adriana Mendía tiene uno de los oficios más particulares del mundo: es una de las personas que, por encargo del Vaticano, estudia los milagros de quienes aspiran a ser Santos o Beatos, y exhuma sus cadáveres para comprobar si muestran signos sobrenaturales o permanecen incorruptos a pesar de los años que llevan sepultados. Según sus propias palabras "somos como abogados del diablo. Necesitamos pruebas y las buscamos".
La decisión final siempre la toma la Congregación para la Causa de los Santos (perteneciente a la Curia Romana e integrada por médicos, filósofos, teólogos, geólogos, etc.), en el Vaticano, pero antes, un equipo local investiga los casos en cada país (la doctora Adriana Mendía pertenece a dicho equipo en Argentina). De los casos investigados, la gran mayoría se queda en el camino y solo un pequeño porcentaje son llevados al Vaticano.
Para que alguien sea considerado Santo debe escalar cuatro peldaños. El primero es ser considerado Siervo de Dios (haber vivido de manera virtuosa y ejemplar). El segundo es ser considerado Venerable (comprobar que, además, esa vida haya sido heroica). El tercero es el Beato (haber obrado un milagro comprobado). Y, para finalmente ser nombrado Santo, los milagros comprobados deben ser al menos dos.
Fuente: infobae.com
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