La verdad sobre el caso Roswell, 70 años después

Si bien se trata del episodio más renombrado de la historia de la ufología, su fama no está dada por un hecho aislado, como mucha gente cree, sino por la sucesión de varios casos que reúnen la aparición de presuntos cuerpos extraterrestres, naves espaciales y altos mandos militares intentando ocultar evidencias.

Mucho antes de que Roswell representara la meca alienígena en la Tierra, en mayo de 1959, la base aérea Walker de Nuevo México se vio sacudida por un accidente que involucró a las fuerzas militares. Por entonces, varios testigos civiles presenciaron el rescate de al menos tres soldados, uno de los cuales se encontraba terriblemente desfigurado por el golpe que había sufrido en la cabeza.

Tendido en el suelo, Dan Fulgham fue descrito por varios testigos como una criatura amarillenta, con una cabeza enorme y ojos abultados. La gente estaba convencida de que se trataba de un extraterrestre, pero la verdad es que su anatomía estaba severamente modificada por la inflamación de su cabeza, que había quedado aprisionada entre el suelo y una enorme biga de acero, después de que el globo aerostático en el que viajaba se estrellara.

Doce años antes, también en inmediaciones de Roswell, el testimonio de un granjero, que dijo haber encontrado los restos de un platillo volador, sentaría el primer precedente sobre actividad alienígena en la zona. Sin embargo, al igual que en el caso de Dan Fulgham, el episodio estuvo vinculado con otro accidente de un globo aerostático. La única diferencia entre ambos episodios, es que el primero ocurrió en el marco de un proyecto militar secreto y el segundo no.

Fuente e imágenes: vozpopuli.com