Francis Crick: el secreto de la vida y la hipótesis de una civilización alienígena creadora
Quizá resulte difícil encontrar algún tipo de relación entre Francis Crick, uno de los responsables del descubrimiento de la estructura del ADN y premio Nobel en 1962, y el periodista Claude Vorilhon, fundador y líder espiritual de la secta ufológica Movimiento Raeliano. Sin embargo, aunque es lo único que los emparenta, la relación existe: se trata de la panspermia dirigida, es decir, la hipótesis de que la vida terrestre se originó por intervención de una avanzada civilización alienígena.
Por supuesto que hasta allí llega cualquier relación. Mientras que el líder de la secta raeliana adhiere a la hipótesis de la panspermia dirigida a raíz de un presunto encuentro que él mismo tuvo con seres extraterrestres, el físico Francis Crick lo hizo por razones estrictamente teóricas, cuando se preguntó cómo es posible que la naturaleza creara al mismo tiempo dos elementos interdependientes mutuamente para dar origen a la vida. Por entontes, el científico no podía comprender cómo el material genético (ácidos nucleicos, como ADN o ARN) y el mecanismo que permite su perpetuación (proteínas llamadas enzimas) surgieron al mismo tiempo y espontáneamente.
Si la síntesis de ácidos nucleicos es dependiente de las proteínas, y las proteínas a su vez dependen de los ácidos nucleicos, Crick y su colaborador Leslie Orgel se encontraron con un problema similar al del huevo y la gallina. Así fue que llegaron a la conclusión de que la vida terrestre debería haberse originado en un mundo donde existiera algún “mineral o compuesto” que pudiera reemplazar la función de las enzimas, sitio desde donde habría sido diseminado a otros planetas, como el nuestro, por “la actividad deliberada de una sociedad extraterrestre”.
Si bien no se trató de una hipótesis convencional, lo cierto es que Crick intentó dar respuesta a una pregunta incisiva, a como diera lugar. Pasarían muchos años, tras el hallazgo de la doble hélice de ADN, hasta que fuera descubierto que el ARN puede actuar como enzima, sin necesidad de que intervengan las proteínas, es decir, la solución al problema que inspiró la hipótesis de la panspermia de Crick. Así fue que, hacia 1993, Crick y Orgel publicaron un nuevo artículo científico en donde ya no existían menciones a una presunta intervención extraterrestre. El problema del huevo y la gallina “pudo resolverse si, temprano en la evolución de la vida, los ácidos nucleicos actuaron como catalizadores”, señalaron los científicos.
Fuente: bbvaopenmind.com / Imagen: Marc-Lieberman