La ciudad peruana de Yungay fue la capital de la provincia homónima y fue visitado por primera vez por los conquistadores españoles, quienes el 4 de agosto de 1540 fundaron la ciudad de Yungay. En dicho territorio el 20 de enero de 1839 se realizó la Batalla de Yungay en la que se disolvió la Confederación Perú-Bolivia con la victoria del Ejército Unido Restaurador Perú-Chile. El 31 de mayo de 1970 un severo terremoto (de magnitud 7.8 en la escala de Richter) sacudió el valle. Por efectos del fuerte movimiento telúrico, un enorme pedazo de material congelado, así como rocas se desprendió del nevado Huascarán cayendo verticalmente sobre pequeñas lagunas glaciares, los que luego descendieron hacia el valle a una velocidad cercana a los 200km/h, borrando del mapa al pueblo de Yungay. Se estima que la enorme parte separada por el alud medía 1.000 m de ancho por 1.500 m de largo y que en total se desprendieron más de 10.000 metros cúbicos de hielo y rocas del Huascarán. Miles de personas fallecieron instantáneamente cuando las rocas y el hielo llegaron a la localidad. Actualmente existe un memorial por las personas que se encuentran sepultadas en el lugar. El terremoto en sí mismo fue tan severo que mató a más de 30.000 personas en las cercanías del epicentro. El número de fatalidades llegó a 50.000. Este evento está considerado como el peor desastre natural que haya podido golpear la zona central de Sudamérica.