El 4 de agosto de 1933, en la India, el gobierno británico encarceló al líder indio Mahatma Gandhi por su llamamiento a la desobediencia civil, lo que representó una de las once detenciones que sufrió en su vida, entre sus estadías en Sudáfrica e India.
A lo largo de su vida, Mahatma Gandhi, apóstol del pacifismo, recibió condenas por un total de 11 años y 19 días, aunque solo cumplió efectivamente el encarcelamiento durante 6 años y 10 meses.
Gandhi fue encarcelado por primera vez en Sudáfrica, cuando tenía 39 años de edad, y salió de la última cárcel en la India, a los 75 años de edad, cumpliendo en diferentes ocasiones con trabajos forzados o aislamiento, y protagonizando varias huelgas de hambre.
En 1942, durante su última reclusión en la India, cuando ya era una figura pacifista mundialmente reconocida, Gandhi fue arrestado junto a su familia en el palacio de Aga Khan, en donde dio clases de idiomas, geografía, historia y literatura a su mujer, a su sobrina, a su carcelero y a un preso chino.
Por entonces, protestó ante su encarcelamiento en “el hotel de Su Majestad”, aludiendo que aquello suponía “un desperdicio de fondos públicos” y exclamó que “cuando la gente se está muriendo de hambre eso es casi un crimen contra la humanidad”.